Qué tal.
Heme aquí, luego de unos días de vacaciones, y la verdad es que nuestro país pasa momentos muy complicados.
A nivel político me encuentro con que el fujimorista Becerril sigue haciendo de las suyas, esta vez con una supuesta coima en porcelanato contante y sonante. Qué tal joyita. A ver si, finalmente, lo ponen en su sitio.
Y sigue la tembladera de los implicados en las mermeladas de Odebrecht porque Jorge Barata, ex ejecutivo de la empresa brasileña en el Perú, se confesará ante el Equipo Especial Lava Jato el 12, 13 y 14 de marzo.
Y los feminicidios no cesan, ya suman 27 en lo que va del año, con el agregado de que ahora prima la siniestra modalidad del cilindro como tumba de mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas.
La furia de la naturaleza también nos está pasando una gran factura con desbordes, huaicos e inundaciones en gran parte del país. El tema más grave es que la palabra prevención no es masticada por las autoridades.
Y en noticias internacionales, ojalá sea cierto lo que dice el Secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo: que los días del incendiario Nicolás Maduro usurpando el Palacio de Miraflores en Venezuela están contados.
Esto fue todo por hoy, guardo el lápiz, hasta mañana.
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