Un nutrido grupo de manifestantes en inmediaciones a la Dirincri y la avenida España en el Cercado de Lima. (Julio Reaño/@Photo.gec)
Un nutrido grupo de manifestantes en inmediaciones a la Dirincri y la avenida España en el Cercado de Lima. (Julio Reaño/@Photo.gec)

Además de los destrozos registrados en el Centro Histórico de Lima, las movilizaciones vienen provocando miles de soles en pérdidas a los negocios ubicados en el Cercado de Lima, que se ven obligados a cerrar sus puertas para no ser víctimas de saqueos o destrozos por parte de vándalos. Si bien movilizarse y protestar es un derecho, tener las garantías necesarias para trabajar también lo es. Las pérdidas económicas no solo afectan a los dueños de los locales, también perjudica a quienes dependen de estos negocios como los empleados que no pueden trabajar y por ende no cobran sus sueldos, y al público en general que depende directa e indirectamente de ese comercio. Esta misma situación se vive en el interior del país, en regiones como Arequipa, Cusco y Puno, donde las pérdidas en el sector turismo son millonarias a causa de los bloqueos y los intentos de toma de los aeropuertos. Ya en el extranjero recomiendan no visitar el Perú por la convulsión que se vive. Es lamentable que las autoridades aún no hayan podido ponerle fin a la violencia en las manifestaciones. Acá todos perdemos.